Motor de fricción - Enciclopedia

Un motor de fricción es un mecanismo simple para propulsar autos de juguete, camiones, trenes, figuras de acción y juguetes similares. El motor consta de un gran volante que está conectado a las ruedas motrices del juguete mediante una serie de engranajes con una relación de engranaje muy baja, de manera que el volante gira mucho más rápido que las ruedas. El eje del volante es perpendicular a la dirección en la que se enfrenta y se mueve el juguete. Cuando se empuja hacia adelante el juguete, las ruedas motrices se enganchan con el volante. Si se desean energías más altas, empujar el vehículo hacia adelante repetidamente hace girar este volante a una velocidad mayor. Cuando se suelta, el volante impulsa al vehículo hacia adelante. La energía que se introduce empujando el coche se almacena como energía cinética rotacional en el volante y puede propulsar al juguete después de que se libere. Es la fricción entre las llantas y la superficie sobre la que se encuentra el vehículo lo que permite el proceso de entrada de energía, por lo que se le da el nombre de "motor de fricción" a este dispositivo.

A diferencia de la bobina de un motor de tracción, el volante se encuentra en rotación continua, por lo que el motor puede "inyectarse" empujando el coche repetidamente hacia adelante. En algunos casos, los coches funcionan tanto en dirección hacia adelante como en reversa; en otros casos, un freno de单向 puede desengranar un componente en el conjunto de engranajes para evitar la entrada de esfuerzo rotatorio en el sentido inverso. Algunos utilizan una cuerda de tracción tirada del cuerpo del vehículo para acelerar directamente el volante. Otro sistema fue la Torre de Potencia Turbo (TTP), en la que el aire expulsado de una bomba manual empujaba las aspas en el borde del volante.

Estos juguetes fueron especialmente populares en las décadas de 1960 a 1980, aunque siguen estando disponibles hoy en día.

Referencias